Testi:
Varela Carlos

Todos los domingos me iba a la ciudad y los chocolates para ir a escalar la montana rusa, la estrella polar los carritos locos, todo un paraiso de

No habia nadie en la calle, La Habana estaba vacia, solo el guardia del barrio con su vieja linterna china. Cuando se oyo un gran ruido debajo del asfalto

Te contaran la historia y cuando pase el tiempo, te vendaran los ojos como me hicieron a mi. Te ensenaran el hacha y cuando pase el tiempo te esconderan

Tiras tres monedas al aire y le preguntas al I Ching, como sera el fin, sabes que no puedo salvarte pero vienes hasta aqui a mi, tal vez, tal vez un milagro

Tenia que sacar buenas notas en la escuela para poder salir con su pandilla. Tenia que robarle al padre de la billetera algun dinero para sus pastillas

Cuando Robinson abrio los ojos y vio que estaba solo en una isla, en su pequeno y solitario pedazo de tierra, abrio los brazos hacia Dios y se quedo mirando

A la familia cubana, la de aqui, la de alla, la de todas partes. Detras de todos estos anos detras del miedo y el dolor, vivimos anorando algo, algo

Como un angel en una prision la dejaban encerrada en su habitacion. Un incienso y un disco de Los Doors y un cigarro marihuana calmaban su dolor.

Los lobos de Jim Morrison vienen hacia aqui, las cartas del tarot solo me hablan de ti y es que ya no hay razon para quedarse aqui si en todas partes